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No tomo fotos, me acerco.



Muchas fotos me salen mal, 
pocas me salen regular.

Cierto, bien casi ninguna, pero las 
contadas que si
son suficientes para ser mensajeras.

Todas las fotos llevan algo de mi. 

Al momento del clic insonoro en la cámara 
parte de mis ojos permean la escena
y hacen más, 
se llevan  gotas de mi sentir 
que imprimen  en ellas.

Eso no importa, 
es mi parte.  
Lo verdadero, lo útil, si existe, 
es cuando sientes lo que ves, 
cuando  materializas tu sentimiento, 
cualquiera que sea, 
y haces  la foto tuya.

Y con eso cambias a inigualable mi día.

Alberto San Miguel
Campeche 

22 Marzo 2017

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